La cita fue el primero de septiembre a las 21 en el ND Ateneo. Los espectadores estaban sentados en sus butacas mirando al escenario esperando que apareciera este hombre que nació en Buenos Aires en noviembre del ‘48, pero todos giraron sus cabezas porque él ingresó micrófono en mano y recitando un poema por una de las puertas principales que utiliza el público para ingresar el recinto. Al terminar la catarata de frases, y ya una vez sobre las tablas, se mandó con tres temas al hilo de su nuevo disco “A mí la calle”. Finalizadas las tres canciones llegó el momento de que Rafael Amor, poeta y músico argentino que lleva tres décadas residiendo en España, hablara con el auditorio luego de que cesara el aplauso cerrado.
Ahí contó qué había tocado: Patria será patria, Al sauce y la canción que lleva el nombre del disco, A mí la calle. Amor, que hasta ese momento estaba solo con sus versos y su guitarra, relató, siempre acotando con un toque de humor que nunca perdería a la lo largo de la función, que estaba con gripe, pero que igual estaba dispuesto a dar lo mejor de sí. También, en ese breve intervalo se dio el lujo de cantar a capella una parte del tango Caminito.
Entonces, llegó el momento de presentar al dúo “Enarmonía” de Haydée Chaparro y Guido Tonina, este último encargado de realizar los arreglos, dirección del disco y, además, de tocar la guitarra a lo largo del repertorio. Haydée pondría su voz.
Amor dejó en claro que no en vano se proclama un cantante político. “Este año volvieron a pegarle un tiro en la nuca al pueblo argentino”, señaló. Se estaba refiriendo a la muerte del docente Carlos Fuentealba, fusilado por la policía de Neuquén. Cuando mencionó el nombre del maestro alguien del público gritó: “¡presente!”. Luego, continúo haciendo una reflexión entre el nombre Fuentealba y Fuenteovejuna de Lope de Vega en donde también se hizo abuso de poder. Por eso el nombre de la siguiente interpretación que tocó con el invitado Carlos Jaldra en percusión se llama nada más y nada menos: “Fuentealba” con un estribillo que el público también cantó que dice: “Fuentealba – Fuenteovejuna, ante la impunidad todos a una”.
Más adelante llegaría el turno de que ingrese al escenario Marcia Müler para tocar el acordeón. Con ella hizó el tema “Los prestidigitadores”. Antes, Amor se refirió a los malabaristas que trabajan en los semáforos. Como dice el propio cantor en el folleto que se le entrega a los espectadores, la melodía fue dedicada a “esos que están en la calle urgidos por sobrevivir entre la mendicidad y el descaro, los que todos los días creen tener una nueva ‘martingala’ para ganar en la ruleta del pan”.
Luego vendría Cantabros, un tema dedicado a su abuelo, un inmigrante español. Continúo con los temas Otoño (en donde hizo el ingreso su hija Delia que seguiría acompañándolo a lo largo del repertorio en los coros), Toda la noche he cantado (“cuentos de borrachos”, como se encargó de definir) y Andar en bicicleta que es la historia de un amigo suyo desaparecido en Rosario durante la Dictadura.
También, al escenario subió su amigo el poeta Miguel Angel Loguera con quien cantó el tango Dock Sud, amanecer y lluvia.
Amor es un referente claro de lo que es el enfrentamiento abierto contra el sistema. Por eso, en el medio del recital, hubo tiempo de ver en formato DVD por pantalla gigante la interpretación de la canción “Porcelanato”, realizada y grabada en la fábrica recuperada por los obreros Fasinpat (Fábrica Sin Patrones) ubicada en la provincia de Neuquén.
Siguiendo, casi, con la misma línea ideológica de Pino Solanas que, también, apuesta firmemente en las capacidades con las que cuenta el país para enfrentar su reconstrucción, antes de presentar el material, apuntó: “Se está pidiendo cancha para otra Argentina”.
Luego de la proyección, entraron al escenario todos los que acompañaron a Amor a lo largo del recital cantando "Corazón libre", aquel clásico tema que grabará con la colaboración de Mercedes Sosa y Alberto Cortéz.
Finalmente, como antesala de "No me llames extranjero", canción que alcanzara una gran repercusión y que hoy está más vigente que nunca, el poeta de voz profunda, autor de temas repletos de ternura y razones, sentenció: “la Nación nuevamente está ante una gran disyuntiva: optar por desaparecer o pelear una nueva independencia”.